martes, 27 de marzo de 2012

En busca del "YO"

Hay días que me pregunto ¡¿en qué momento se me ocurrió ser psicóloga?! y es que de verdad, no es un trabajo sencillo. Tu trabajo es estar en contacto día a día, con los problemas, angustias, miedos, patologías y ansiedades de la gente, en mi caso niños, papás y varios abuelitos. Este roce tan constante con las problemáticas de la gente puede causar uno de estas dos cosas:
1. Haces un arduo trabajo de autoreflexión y llegas a la conclusión de que tu vida fluye perfectamente o...
2. Haces un arduo trabajo de autoreflexión y te pones a pensar en tus propias angustias, miedos y patologías.

Es por esto que entre éstas dos opciones, la que mas me ha acomodado a mi es... bueno en realidad ninguna de las dos, que no quiere decir que no me haya pasado, por supuesto que he estado entre esas dos alternativas, sin embargo, lo que a mi me ha funcionado de manera mas efectiva, cuando me cuestiono el porque de la elección de mi profesión, es remontarme al comienzo de todo, si, a esos días en que firmemente decidí que la psicología era lo mio.

Esa irrefutable decisión la tomé en la secundaria, cuando me di cuenta que era muy buena para escuchar y para dar consejos (no se que tan certeros resultaban pero yo aconsejaba). Me percaté también, que mis amigas me buscaban mucho para platicar y contarme sus penas, todo esto aunado a mi infinita paciencia y avidez por conocer la vida de los demás (no por chismosa, no se vaya usted a creer), me llevó a decidirme entre varias carreras, por esta que se ha convertido en mi pasión.

Pasados los años, cuando llegué a la Universidad, la primer pregunta que me hicieron, la primer maestra, a la primera hora, en mi primera clase como universitaria fue: ¿Por qué quieres estudiar Psicología? y claro mi respuesta al igual que muchas otras que escuché ese día fue: "Porque quiero ayudar a la gente" en ese momento no tenía idea ni a que gente quería ayudar ni en que quería ayudarlos, pero mi idea era firme y estaba convecida de ello: VOY A AYUDAR A LA GENTE

Conforme fueron pasando los semestres y los años, me percaté que a quién debía ayudar primero era a mi. Todos tenemos fantasmas y equipaje que vamos llenando a lo largo de los años y al paso de las experiencias, el chiste es ir aprendiendo qué echar en las maletas y qué no.

En los mas de 4 años que duró mi experiencia universitaria, pasaron por mi mente varias especialidades:
Psicología del deporte (descartada cuando reflexione en lo floja que soy hasta para caminar)
Psicología Criminal (descartada cuando me dí cuenta que lo mío no era frecuentar penales)
Psicología Organizacional (es la que si da para comer, pero se descartó cuando mi hiperactividad no me permitió estar mas de media horas sentada en un escritorio)
Psicoterapia Psicoanalítica (descartada nomas porque a mi inconsciente le gusta mantener sus secretos ocultos)

 Cuando alguien me propuso que me dedicara a la psicología infantil, yo la descarté sin pensarlo ni dos segundos, "¿con niños? ¿yo? no no no, no podría, que miedo, no es lo mío", y no porque no me gustaran, siempre me han gustado, pero me daba miedo meterme en psiques tan frágiles y nuevas e involucrarme en los problemas adquiridos por los niños, gracias a los conflictos de los adultos. Pero un día llegó a mis manos un libro, que cambió de manera radical mi perspectiva hacia tan bella rama de la psicología.

Este libro es "Dibs en busca del Yo" de Virginia M. Axline, una de las pioneras en el uso y desarrollo de la Terapia de juego.  En este libro, la autora narra todo el proceso terapéutico, de un pequeño de 5 años, que tanto sus padres como familiares y maestros, juraban que tenía cierto retraso mental o patología que lo hacía diferente; siendo que era un niño totalmente sano pero afectado por sus circunstancias. Poder leer un caso real, de un pequeño afectado por su ambiente y por el manejo conductual y afectivo de sus padres, que logró salir adelante gracias a la terapia; me conmovió y me abrió los ojos a lo que verdaderamente era mi propósito al estudiar psicología.

Por fin obtuve mi respuesta. ¿Por qué quieres estudiar Psicología?, "Por qué quiero ayudar a los niños" ¿a qué?, pues a que sean niños!!! con infancias felices llenas de juego y fuera de traumas impuestos,  y gracias a Dios con el paso del tiempo, ellos me han ayudado a mi también, a encontrar mi YO, porque creo que mi trabajo con ellos, me ayuda a definir lo que soy como persona y como profesional. Es por esto que recordar el por qué de mis decisiones iniciales, me ayuda a definir, que por más difícil que sea mi profesión algunos días, es lo que mas me gusta hacer en la vida.

El libro lo puedes encontrar en la librería de tu elección, es una edición económica y está redactado de una manera muy digerible y coloquial, no necesitas ser psicólogo para comprenderlo y disfrutarlo, es realmente conmovedor. Y si eres tu a quien le preste mi libro, no seas malito y ¡¡ya devuélmelo!!


En caso de que no quieras leer todo el libro (mal hecho de tu parte!!!) en este Link podrás encontrar un ensayo muy completo, que te dará una idea de que te estoy hablando.

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Martha G.
@gotesita 

1 comentario:

Cinthya S. dijo...

Que hermoso lo que escribiste Marthita!!!! Identificada al maximo!!! =) Felicidades x tan linda labor!!!!!!