lunes, 28 de noviembre de 2011

Bailando en el tubo


Tuve hace poco la oportunidad de romper la rutina y de realizar una actividad que jamás me había pasado por la mente practicar.

Fui cordialmente invitada a tomar una clase muestra de “Pole dancing” (o cómo le llaman en mi pueblo, clases de tubo). Sin pensarlo un segundo acepté la invitación, ya que creo fielmente que siempre que nos sea posible debemos intentar algo nuevo y me parece que es importante romper tus propios esquemas de vez en cuando.

No lo voy a negar, después de aceptar la invitación, dudé seriamente si había tomado una correcta decisión. Comencé a sacar del cajón de la moral, todos esas ideas prejuiciosas de las que nos llenamos a lo largo de la vida “¿qué van a pensar y qué van a decir de mi?” y peor aún, me dediqué a sacar del cajón de la autoestima, todas mis inseguridades; “jamás lograré subirme ni 5 cm al tubo”, “voy a parecer orangután trepada de un árbol”, en fin, se me fueron ocurriendo las peores cosas; pero al final di mi palabra y no me iba a rajar!!

De camino a la ya mencionada clase, iba con un nudo en el estómago, me moría de los nervios y a la vez me mataba la curiosidad. Al llegar al lugar me di cuenta que no era tan diferente a todos esos lugares a donde vamos las mujeres a tomar clases de Aerobics, Pilates o lo que esté de moda en el momento. Obviamente, la diferencia la hacían los tubos colocados estratégicamente a lo largo del salón. Fui adquiriendo más confianza cuando observé, la variedad de mujeres que ahí nos encontrábamos: profesionistas, estudiantes, amas de casa; de todas las edades y todas las complexiones.

En el transcurso de la clase, me fui percatando de que no estaba tan “tronca” como yo pensaba ni el ejercicio tan difícil como lo imaginaba, (ojo, no dejo de admirar la habilidad de las verdaderas profesionales del tubo). Me fui sintiendo segura, me solté, me divertí como loca y solita me callé la boca al darme cuenta cuánto lo estaba disfrutando y lo equivocada que estaba al pensar todas las tonterías que en un principio pasaron por mi cabeza.

Pero lo  mejor vino después; observar la reacción de las personas a las que les platiqué mi nueva experiencia. Hubo de todo; amigas que me pidieron el teléfono para experimentarlo por ellas mismas, un novio que peló los ojos y dijo: “pero es cosa de una vez ¿no?”, un papá sonrojado e incrédulo, una mamá un poco avergonzada, amigos incómodos y “perturbados” (según sus palabras) y muchos otros que mejor se reservaron sus comentarios.

Esto de contar mi experiencia, me parece cada vez más enriquecedor, ya que puedo darme cuenta de las ideas y prejuicios que las personas tenemos acerca de las cosas. Ok, estoy de acuerdo que bailar y treparse a un tubo, es una actividad que solamente puede relacionarse a una mujer que se quita la ropa enfrente de los hombres a cambio de dinero, sin embargo, me parece que los tiempos han cambiado y debemos ser un poco más flexibles para adaptarnos a ellos. Actualmente el “Pole dancing” está siendo utilizado, como otra manera de ejercitarse rompiendo el tedio de lo rutinario (sobre todo para las flojonazas como yo que deben ser arrastradas al gimnasio).  Y si aparte de todo te hará sentir sexy y segura ¡pues que mejor!

Yo seguiré insistiendo en que probar cosas nuevas y diferentes; enriquece tu vida, te hace más culta, conoces gente nueva, aumenta tu autoestima, te ayuda a saber que te gusta y que no y por supuesto te hace más interesante, ya que siempre tienes nuevas historias increíbles que contar.
Si quieres vivir la experiencia de bailar y subirte a un tubo, te recomiendo uno de los mejores y más accesibles lugares de México.

Fly Fitness, se encuentran ubicados en  Bosques del Lago (Bosques de Bologna #243)
Tel: 62-80-69-33
Cel: 044-55-85-68-69-83
Encuéntralos en facebook: Fly Fitness y en Twitter @Fly_Fitness
BE SEXY, DO POLE

MARTHA




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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que palabras tan sabias!
Sin duda es una experiencia increiblemente divertida, llena de risas, aumento de ego y un poco de dolor muscular, 100% recomendable :)
Gracias por compartirlo
un abrazo
Elvira

stef dijo...

ya me vi!